vamos a cambiar este mundo porque somos personas que morimos por encontrar el amor a la vuelta de la esquina

viernes, 25 de febrero de 2011

Manifiesto cincuentenario


Confieso que he vivido…  una vez dijo EL POETA y en la simpleza de esas palabras pudo sintetizar una de las mas pródigas vidas de libertad y creación que, sus eternos admiradores, intentaremos imitar sin alcanzar su brillo.
Confieso yo también si… que he vivido, y que sobre mi caiga todo el peso de la ley que no cumplí por error o convicción, que a veces resulta lo mismo.
 Asumo toda la responsabilidad de mi irresponsable capacidad de amar, de mi transitar de utópico caracol que avanza sobre caminos no trazados, de ese desenfrenado apasionamiento con el que siempre me equivoqué, de todos los arco iris que mal dibujé con la sincera intención de hacerte feliz, de olvidarme de lo que “se debe ser o hacer” a la hora de priorizar  las necesidades de los otros sobre las propias.
Confieso si, aunque debo todas las cuotas de la hipoteca de la moral cristiana, que me he regodeado siempre…  cuando la Libertad se ha impuesto sobre la represión, cuando la Verdad se paseó horonda frente a la hipocresía, cuando la Solidaridad dejo fuera de juego a la mezquindad,  cuando la Integración Colectiva se impuso por knock out a la impudicia de la propiedad privada.
Me hago cargo ante mis hijos que .. lloré agradecido frente a la manifestación de la naturaleza en cada uno de sus nacimientos, que me sentí un ser insignificante frente a la sabiduría de los Hombres de la Tierra en Chiapas, que los tuve siempre presentes en cada instancia de felicidad que me ha tocado vivir.
Me declaro incompetente para asimilar…  la conformidad y mediocridad de la realidad mediática que se nos propone a cada día, las órdenes de los cancerberos de la libertad sin importar en nombre de quien lo hagan, la desidia de los que hacen mal las cosas al abrigo de cualquier impunidad.
Porque creo que la magia de la vida está en levantarse cada día con la convicción de encontrar el amor a la vuelta de la esquina, porque creo fervientemente en el efecto mariposa, porque moriré defendiendo la dignidad y libertad de los que trabajan, porque no hay mejor vino que el próximo que compartiremos entre amigos, ni premio mas gratificante que la sonrisa de una niña o niño…. Por todo eso y mas … me comprometo a vivir otros cincuentenarios, los que sean necesarios para alcanzar la felicidad de saber que se cumplió el objetivo que grita:  PARA TODOS TODO!

Negro Santellan T.
El día que cumplí 50 años