Rara sensación que la mayoría de las veces se la atribuimos a insospechadas y esotéricas acciones de "otros seres" sobre nuestra humanidad o bien las ubicamos entre las múltiples causas y efectos del stress reinante.
Pero la verdad es que cuando estas sensaciones se hacen cargo de manejar ese paquetes de músculos y la intrincada red de filamentos nerviosos que generan gestos en tu cara... estos duendecillos de la sonrisa se encargan de mover nuestra comisura de los labios de manera tal que se hace imposible controlarlos.
Esto me pasó ayer en varias ocasiones del día, por ejemplo cuando comencé la mañana de mi cumpleaños numero 48, en una reunión de padres del jardin de Kamilo compartida con mis colegas padres de veintipico. También por la tarde compartida con mis tias, algunas de ellas que hacía mucho tiempo no veía, degustando sus inefables tortas y la dulzura de sus simples charlas. Ni hablar de la noche cuando el tinto hace magia para ponerle una melodía de fondo a las interminables anécdotas e historias compartidas con mis viejos, tios, primos... todos juntos. Los mails, llamados, notas en FB, etc recibidos durante todo el día....
Este Mundo de Sensaciones que agradezco profundamente a todos los que las producen con su presencia, mensajes, deseos, abrazos... es el que ayer me ha invadido e instaló en mi esa DELICADA COSQUILLA DE LA FELICIDAD.
Pero la verdad es que cuando estas sensaciones se hacen cargo de manejar ese paquetes de músculos y la intrincada red de filamentos nerviosos que generan gestos en tu cara... estos duendecillos de la sonrisa se encargan de mover nuestra comisura de los labios de manera tal que se hace imposible controlarlos.
Esto me pasó ayer en varias ocasiones del día, por ejemplo cuando comencé la mañana de mi cumpleaños numero 48, en una reunión de padres del jardin de Kamilo compartida con mis colegas padres de veintipico. También por la tarde compartida con mis tias, algunas de ellas que hacía mucho tiempo no veía, degustando sus inefables tortas y la dulzura de sus simples charlas. Ni hablar de la noche cuando el tinto hace magia para ponerle una melodía de fondo a las interminables anécdotas e historias compartidas con mis viejos, tios, primos... todos juntos. Los mails, llamados, notas en FB, etc recibidos durante todo el día....
Este Mundo de Sensaciones que agradezco profundamente a todos los que las producen con su presencia, mensajes, deseos, abrazos... es el que ayer me ha invadido e instaló en mi esa DELICADA COSQUILLA DE LA FELICIDAD.
Negro Santellan T.
27 de febrero de 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario